El mercado laboral está cambiando. La crisis y la inflación que ya se ciernen sobre este año va a obligar a las empresas a adoptar nuevos modelos de gestión de personas si no quieren perder competitividad en un mundo cada vez más incierto.
A medida que evoluciona la sociedad, también lo hacen sus necesidades y prioridades. Lo que antes era un factor de decisión ineludible, ahora ha pasado a un segundo plano y cobran prioridad asuntos como la flexibilidad o la responsabilidad social corporativa.
Y es que, la Generación Z, que entra con ganas a formar parte de la fuerza laboral, sabe lo que quiere y se hace oír. Si las organizaciones no quieren perder la Guerra por el Talento, tendrán que adaptarse a las nuevas formas de gestión de personal.
La pandemia puso de relieve la importancia de la salud mental de los trabajadores, y esta tendencia continuará reforzándose durante 2023. Cuidar del bienestar de los trabajadores, tanto física como emocionalmente será una de las principales prioridades de los departamentos de RRHH.
Será necesario revisar las estrategias y planes de acción, para que sean las personas las que estén en el centro, adoptando un enfoque cada vez más personalizado.
De nuevo la pandemia acelerando el cambio, la prevención de contagio obligó a muchas empresas a incorporar el teletrabajo como modelo habitual. Una vez estabilizada la situación, han pedido que sus trabajadores vuelvan a la oficina.
Sin embargo, los claros beneficios que demostró el teletrabajo y las demandas de los empleados de seguir por ese camino, han hecho que las compañías se flexibilicen y, en vez de optar por la presencialidad total, opten por un modelo híbrido que permita a los trabajadores trabajar varios días desde casa.
La guerra por el talento y la escasez de perfiles cualificados harán que las empresas deban afrontar el reto desde otra perspectiva: aprovechar a los profesionales que ya tienen en plantilla.
Así, las organizaciones dotarán a sus empleados con los recursos necesarios para reciclar y actualizar sus competencias y habilidades y poder dar respuestas a las necesidades del mercado actual.
El objetivo: un equipo versátil y multidisciplinar capaz de rendir al máximo al ritmo del cambio.
La flexibilidad laboral y la incorporación de una generación muy sensibilizada en materia de justicia social influirán en los procesos de selección y en los modelos de contratación.
Los nuevos estilos de trabajo permiten a los responsables de Recursos Humanos optar por un pool de candidatos mucho más amplio e inclusivo, permitiendo el acceso a puestos de trabajo a sectores de la población en riesgo de exclusión.
Personas con familiares a cargo o con diversidad funcional se beneficiarán de esta tendencia, y las empresas podrán crear equipos heterogéneos mucho más rentables y exitosos.
El avance de la tecnología hace que se esté democratizando, y áreas que antes prescindían de este tipo de recursos ahora los están potenciando.
Es el caso de RRHH, que cada vez cuenta con más herramientas especializadas para la automatización de procesos y el análisis de datos con los que hacer una gestión de personas mucho más óptima y efectiva.
Las tareas repetitivas pasarán a ser desarrolladas por las IAs (Inteligencia Artificial), lo que ayudará a los profesionales de esta área a reducir su carga de trabajo y focalizarse en lo que aporta más valor a las empresas.
El reclutamiento cada vez más se asemeja al marketing, y las empresas están empezando a invertir mucho dinero en estrategias de imagen de marca que ayuden a atraer y fidelizar el talento más TOP.
La presencia de recruiters es cada vez más elevada en las Redes Sociales y se espera que siga incrementando en 2023. Por ello, cada vez son más los recruiters que deciden llevar sus habilidades al siguiente nivel, formándose para adquirir las competencias necesarias que les ayuden a gestionar adecuadamente los perfiles corporativos y la comunidad de usuarios.
Los colaboradores de las generaciones más jóvenes son muy conscientes de las cuestiones éticas y de sostenibilidad que afectan a la comunidad. Esperan que las empresas se posicionen y adopten valores que transmitan respeto, cuidado, y que aporten beneficios visibles a la sociedad.
Por ello, a la hora de buscar trabajo, la nueva generación de candidatos y candidatas busca empresas que estén alineadas con sus ideales y valores personales. Aquellas que consigan transmitir una genuina preocupación en esta materia tendrán una ventaja competitiva respecto a las demás.
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